El último accesorio de edición limitada de Apple ha generado escenas más propias de una cola de moda que del lanzamiento de un producto: el iPhone Pocket, con un precio de entre 150 y 230 dólares, se agotó en minutos tanto en tiendas físicas como online.
El viernes, una multitud se congregó frente a la tienda de la compañía en el SoHo de Nueva York para comprar esta funda de Apple, creada en colaboración con la casa de moda japonesa Issey Miyake. Su rápida venta refleja una combinación de tradición de la marca, distribución restringida y un creciente interés por accesorios que fusionen tecnología y moda.
La funda, diseñada con el característico tejido de punto 3D de Miyake y disponible en dos tamaños, ha despertado un interés que va mucho más allá de su funcionalidad. La larga relación de Miyake con Steve Jobs, cuyo jersey de cuello alto negro se convirtió en un icono de Apple, sigue cultivando una fiel legión de seguidores.
Para muchos compradores, el atractivo reside en poseer un producto que representa la convergencia de dos influyentes culturas del diseño. La diseñadora de moda neoyorquina Lee Aizner describió el diseño como “genial” y comentó que el rumor de que se agotaría aumentó sus ganas de tener uno.
La escasez contribuyó significativamente a la alta demanda. Apple anunció que solo diez tiendas en todo el mundo venderían la funda, siendo SoHo la única en Estados Unidos. Las demás tiendas se limitaban a las principales capitales de la moda como Tokio, Londres, París y Milán.
Los colores se agotaron en línea casi de inmediato, y muchos clientes que llegaron poco después de la apertura no encontraron nada en los estantes.
La utilidad no tiene por qué ir reñida con el estilo, según la visión de Apple
Este lanzamiento también refleja la reciente apuesta de Apple por los accesorios portátiles que combinan utilidad y estilo. La compañía presentó en septiembre un accesorio cruzado que convierte un iPhone en un bolso compacto, siguiendo tendencias ya consolidadas en algunas partes de Asia.
La nueva funda de punto amplía ese concepto, ofreciendo una funda elástica que también puede albergar objetos más pequeños como los AirPods. Su diseño ajustable y texturizado, a veces comparado con un cinturón de kárate, lo ha posicionado más como un artículo de moda que como un simple soporte para teléfono.
Algunos usuarios de larga data de Apple han comparado el lanzamiento con las iPod Socks de principios de la década de 2000, unas fundas de punto de colores vivos que posteriormente se convirtieron en objetos de colección.
Para el creador de contenido Michael Josh, que llegó vestido completamente con prendas de Miyake, estas fundas tienen un valor que va más allá de su función.
Compró varias y las comparó con objetos de arte. “Algunas personas no entenderán el revuelo”, dijo, añadiendo que los coleccionistas suelen priorizar la artesanía y el significado cultural sobre la practicidad.
A pesar del entusiasmo en las tiendas, la respuesta en línea ha sido dispar. En Reddit, se criticó el producto por estar desfasado con la situación económica actual, y algunos usuarios lo descartaron directamente como una simple novedad.
Sin embargo, entre los clientes centrados en la moda, el escepticismo pareció reforzar el posicionamiento del iPhone Pocket como un accesorio de lujo de nicho, y el hecho de que se agotara casi instantáneamente sugiere que Apple e Issey Miyake lograron atraer a un público muy específico.
Información de Best Media Info / Redacción El Financiero
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