El Banco Mundial recortó, una vez más, sus previsiones de crecimiento económico y pronosticó que la década de 2020 se encamina a ser la más débil para la economía global en 60 años.
En su informe semestral Perspectivas Económicas Mundiales, la institución con sede en Washington redujo su previsión de crecimiento del producto interno bruto (PIB) global para 2025 al 2,3 %, frente al 2,7 % de enero.
Esta sería la tasa de crecimiento más lenta desde 2008, fuera de recesiones graves, según el Banco Mundial, señalando el coste de la «discordia internacional, en particular sobre el comercio».
Con una ligera recuperación del crecimiento económico mundial hasta el 2,4 % previsto para 2026, el ente afirmó que la década de 2020 probablemente será la más débil desde 1960.
Los países en desarrollo dejaron de crecer
El economista jefe del Banco Mundial, Indermit Gill, aseveró que décadas de progreso económico en los países en desarrollo prácticamente se han estancado en los últimos años, con una desaceleración del crecimiento de la inversión y el comercio, además de una acumulación de deuda.
El crecimiento en las economías en desarrollo se ha desacelerado durante tres décadas: del 6 % anual en la década de 2000 al 5 % en la de 2010, y a menos del 4 % en la de 2020”, afirmó.
En el informe, el banco afirma que “muchas de las fuerzas que impulsaron el gran milagro económico de los últimos 50 años (cuando el PIB per cápita en los países en desarrollo casi se cuadruplicó y más de mil millones de personas escaparon de la pobreza extrema) han dado un giro de 180 grados”.
El ente multilateral insta a los gobiernos a negociar el fin de las tensiones comerciales y llama a las economías de mercados emergentes y en desarrollo a reconstruir sus finanzas públicas ampliando su base impositiva e implementando reformas con la esperanza de atraer inversiones.
La amenaza de los aranceles de Trump
El pronóstico del Banco Mundial asume que los elevados aranceles “recíprocos” que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el “Día de la Liberación” en abril no se volverán a imponer cuando finalice la “pausa” de 90 días que anunció el mes pasado.
El entre advirtió que la situación podría deteriorarse aún más si los aranceles resultan ser más altos de lo previsto y persiste la incertidumbre. “Los riesgos para las perspectivas mundiales siguen siendo claramente a la baja”, afirmó.
El crecimiento podría resultar menor si se intensifican las restricciones comerciales o si persiste la incertidumbre política, lo que también podría generar una acumulación de estrés financiero.
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