Una estafa de criptomonedas con un valor superior a 100 millones de euros (118 millones de dólares) y que afectó a usuarios de varios países de Europa ha sido desmantelada, según Eurojust (la agencia de la UE para la Cooperación en Justicia Penal, con sede en La Haya, Países Bajos).
Los estafadores atrajeron a los inversores a través de plataformas maliciosas, redirigieron el dinero a cuentas lituanas y desaparecieron una vez que las víctimas solicitaban retirar sus fondos.
«El presunto autor intelectual (de esta estafa de criptomonedas) es sospechoso de fraude a gran escala y blanqueo de capitales», declaró Eurojust en un comunicado publicado el 22 de septiembre.
El fraude llevaba activo al menos desde 2018 y se había extendido a Alemania, Francia, Italia y España, entre otros países.
Se conoció que detuvieron a cinco sospechosos durante redadas coordinadas en España, Portugal, Italia, Rumanía y Bulgaria. Eurojust, en conjunto con Europol, coordinaron la acción con fiscales locales y unidades anticorrupción. Los activos, incluidas las cuentas bancarias vinculadas a la trama, se congelaron en múltiples jurisdicciones.
Europol, que se unió a la investigación en 2020, desplegó a un experto en criptomonedas para ayudar a incautar los activos digitales. Según reportes, esta es la mayor operación coordinada contra el fraude de criptomonedas en la historia de la Unión Europea.
La estafa de criptomonedas está a la orden del día en Europa
El fraude de criptomonedas avanza al ritmo del mercado. Los datos de Glassnode muestran que la actividad de las billeteras Bitcoin aumentó casi un 20 % interanual, un aumento que genera nuevos objetivos para los estafadores.
Un informe reciente de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional señaló a los Balcanes Occidentales como un centro de blanqueo de capitales digitales. El Banco de Rusia contabilizó más de 1000 esquemas piramidales de criptomonedas en seis meses.
Europol estima ahora que las pérdidas de los inversores en distintos casos de fraude superan los 460 millones de euros desde 2020.
¿Qué significa esto para los inversores y los mercados?
Por esta razón, los inversores deben ser cautelosos con las “ofertas excesivamente elaboradas” y las “rentabilidades garantizadas». Si una oportunidad de inversión, ya sea en criptomonedas u otros activos, es “demasiado buena para ser verdad”, probablemente se trate de una estafa, ya sea en Europa o de este lado del mundo.
Por otro lado, si bien el fraude socava la confianza de los minoristas, también presiona a los reguladores para que endurezcan los marcos regulatorios. La respuesta de Europa demuestra que las estafas se están combatiendo con una aplicación rigurosa de la ley, no solo con “pañitos de agua tibia” en forma de advertencias.
Información de 99 Bitcoins / Redacción El Financiero
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