Ser un líder eficaz requiere una matriz de habilidades y capacidades, como la capacidad de fomentar la esperanza, cultivar la confianza y motivar a las personas a la acción. Sin embargo, existen hábitos comunes que socavan estos elementos esenciales, así como la credibilidad de los líderes.
Diversos expertos en gerencia y liderazgo afirman que el primer paso para corregir estos comportamientos erróneos es ser consciente de que se tienen.
Cinco hábitos que disminuyen la percepción de credibilidad en los líderes
Según especialoistas, estos cinco hábitos erosionan la confianza y la credibilidad de los empleados hacia sus líderes:
Pasar del ‘yo’ al ‘nosotros’
Algunos líderes, especialmente aquellos que se inician en sus roles y pueden sentirse inseguros, tienen dificultades para superar el mindset de ser contribuyentes individuales que necesitan alardear de sí mismos para asumir el rol de líderes responsables del rendimiento de un equipo.
Esto puede manifestarse de diversas maneras, como enfatizar la propia importancia en una situación, la microgestión y no reconocer el éxito del equipo por parte de otros.
Evitar las partes difíciles
Una encuesta de 2020 reveló que la ‘seriedad’ era el factor número uno en la presencia de liderazgo, según dos de cada tres entrevistados. Los componentes clave de la seriedad incluyen transmitir confianza, mostrar gracia bajo presión y decir la verdad, incluso cuando esta sea difícil.
Una de las maneras más rápidas de erosionar la confianza de un equipo, de acuerdo con expertos, es complacer a los demás, especialmente cuando se trata de tomar decisiones difíciles y defender a su equipo.
Otra versión de este comportamiento es cuando el líder se desentiende de la decisión o noticia difícil, alegando que le correspondía a otra persona.
Estar siempre ocupado sin un impacto visible
Presumir de estar ocupado sin generar un impacto significativo es otra acción que erosiona la confianza de los equipos en sus líderes. Cuando alguien proclama lo ocupado que está y los resultados de ese trabajo no son evidentes, las personas que están a la cabeza de un departamento quedan en evidencia ante sus subordinados.
Expresar negatividad
La negatividad crónica también puede minar la presencia de un líder. Plantear problemas personales negativos cuando no son relevantes, ser cruel o excesivamente negativo al dar retroalimentación, e incluso ser negativo sobre las propias ideas al presentarlas, daña la credibilidad y las relaciones con el equipo.
Evitar la vulnerabilidad
Los problemas de comunicación, como ser un ‘sabelotodo’ o no poder disculparse también pueden socavar la presencia de liderazgo. De igual manera, la incapacidad de mostrar vulnerabilidad ante una situación adversa puede tener el mismo efecto.
Consideraciones finales
La credibilidad no es un regalo: es algo que se construye a diario con mucho esfuerzo, coherencia y confianza y que, lamentablemente, con una acción desafortunada se puede echar por tierra. Por lo tanto, evitar estos hábitos negativos no solo mejorará tu imagen como líder, sino que también fortalecerá la moral de tu equipo y la efectividad de tu liderazgo.
Información de Fast Company / Redacción El Financiero
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