En tiempos de cambio acelerado e incertidumbre constante, el liderazgo dejó de significar netamente un cargo o la autoridad formal para definirse por la capacidad de influir, inspirar y generar confianza, un fenómeno del cual se desprenden unos principios bien claros.
En este caso, los principios se convierten en brújulas esenciales al momento de guiar equipos diversos, tomar decisiones complejas y construir organizaciones resilientes. Así pues, se tendrá un equipo capaz de avanzar aun en situaciones difíciles.
Es importante destacar que un buen líder se construye, pero realmente debe tener el deseo y la voluntad para hacerlo. Para esto, se necesita pasar por un proceso continuo de estudio, educación, capacitación y experiencia.
Principios del liderazgo
Para que un equipo alcance su máximo potencial, el líder debe integrar tres pilares fundamentales: ser, saber y actuar. Todas estas son habilidades que se obtienen en el camino de la formación.
En este sentido, un verdadero guía nunca deja de formarse porque entiende que el éxito pasado no garantiza el futuro. Por tal motivo, dedica un esfuerzo constante a perfeccionar sus capacidades para evitar el estancamiento.
Al respecto, para convertirse en un líder eficaz hay algunas máximas que se deben seguir. La primera de ellas es conocerse a sí mismo y buscar la mejora; es decir, saber cuáles son las capacidades, atributos, debilidades y fortalezas.
Con base en ello, el guía puede buscar mejorar para ir transformando sus debilidades en fortalezas y potenciando sus otras capacidades. Esto se puede lograr por medio de la reflexión, el estudio y la interacción.
El segundo principio es tener el conocimiento técnico de la labor que realiza su equipo. Como líder, la persona debe saber hacer su trabajo en la parte técnica y estar familiarizado con las tareas que hacen sus colaboradores.
En el tercer lugar de la lista destaca el dar el ejemplo; es decir, ser un buen modelo para sus empleados. Los trabajadores no solo quieren escuchar lo que tienen que hacer, sino ver cómo su líder lo hace.
En esta misma línea, un buen guía debe asegurarse de que cada tarea asignada fue entendida por su equipo. Asimismo, tiene que encargarse de revisar las asignaciones y verificar si se están cumpliendo; de no ser así, tendrá que investigar la razón de la falta.
Interés por el equipo
Otra máxima del liderazgo es conocer a su equipo y preocuparse genuinamente por su bienestar. En este caso no se trata solo de preguntar cómo está por cortesía, sino saber cómo se encuentra, si está pasando por una situación complicada y cómo puede ayudarlo.
Adicionalmente, un buen líder se caracteriza por mantener informados a sus colaboradores, si está en sus posibilidades, comunique el porqué de una decisión o cambio de estrategia. Esto hace que el equipo se sienta valorado.
Finalmente, entre los principios del liderazgo se encuentra asumir la responsabilidad de lo que ocurre o deja de ocurrir. Si hay un error, el líder debe verificar su cuota de responsabilidad en ello.
Información de Walwed / redacción El Financiero
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