Los gurús tecnológicos Steve Jobs y Bill Gates fueron alternativamente aliados y enemigos a lo largo de sus mandatos en Apple y Microsoft, respectivamente, y más allá.
Ambos referentes intercambiaron elogios y críticas en más de una oportunidad, tanto personales como a sus respectivas empresas.
Aun así, los éxitos de ambos personajes estaban innegablemente entrelazados.
¿Cómo inició todo entre Jobs y Gates?
Desde un principio, Microsoft desarrolló software para la PC Apple II. Gates viajaba con frecuencia a Cupertino, California, para ver en qué estaba trabajando Apple, según la biografía de Jobs escrita por Walter Isaacson.
Por su parte, a principios de los 80, Jobs viajó a Washington para convencer a Gates de la posibilidad de desarrollar software de Microsoft para la computadora Apple Macintosh, con su revolucionaria interfaz gráfica de usuario, de acuerdo con la citada bio.
El tema es que Gates no estaba particularmente impresionado con lo que consideraba una plataforma limitada, ni con la actitud de Jobs.
Aun así, Gates apareció junto a Jobs en un vídeo de 1983 proyectado para los empleados de Apple antes del lanzamiento de la Macintosh. En el audiovisual, Gates elogió la Mac y dijo que “realmente capturaba la imaginación de la gente”.
El hecho que lo cambió todo
Su relación se vino abajo cuando Microsoft anunció la primera versión de Windows en 1985. Un furioso Jobs acusó a Gates y a Microsoft de copiar a la Macintosh.
Pero Gates sabía que las interfaces gráficas serían importantes y no creía que Apple tuviera los derechos exclusivos sobre la idea. Además, Apple tomó la idea de la interfaz gráfica de los laboratorios Xerox PARC, una institución de investigación que ambos admiraban.
Cuando Jobs acusó a Gates de robarle la idea, este respondió «Bueno, Steve, creo que hay más de una manera de verlo. Creo que es más como si ambos tuviéramos un vecino rico llamado Xerox y yo entrara en su casa para robarle el televisor y descubriera que ya lo habías robado«.
A partir de ahí, los dos se enfrentaron.
«Nos estafaron por completo, porque Gates no tiene vergüenza», dijo una vez Jobs. A lo que Gates ripostó: «Si se lo cree, ha entrado en uno de sus propios campos de distorsión de la realidad».
En lo personal, Jobs pensaba que Gates era un hombre obstinado y demasiado centrado en los negocios. Y para Gates, Jobs era «fundamentalmente extraño» y «extrañamente defectuoso como ser humano«.
Pero Gates respetaba el talento de Jobs para el diseño.
«En realidad, nunca supo mucho sobre tecnología, pero tenía un instinto increíble para saber qué funciona«, dijo Gates sobre Jobs.
Siguieron caminos diferentes… y atacándose
En 1985, Steve Jobs renunció a Apple tras un cambio de mando para fundar su propia empresa informática, NeXT. Pero esto no mejoró las relaciones entre ambos.
Jobs le dijo a Playboy en 1985 que si NeXT perdía y Microsoft Windows ganaba, «entraríamos en una edad oscura de la informática que duraría unos 20 años«.
Como dirían los jóvenes de hoy, esa apreciación envejeció mal.
Con el tiempo, Microsoft se hizo un nombre en el nicho de las PC gracias a su aclamado (y polémico) sistema operativo que, al día de hoy, sigue vigente.
Ya en la década de los 90, concretamente en 1996, Steve Jobs apareció en un documental de PBS en el que atacó a Gates y a Microsoft, diciendo que fabricaban «productos de tercera categoría«.
En la segunda mitad de la década, Apple corría grave peligro de quiebra. Cuando su entonces director ejecutivo, Gil Amelio, decidió comprar NeXT en 1996 y traer de vuelta a Jobs a Apple, el CEO de Microsoft intentó disuadirlo, según la biografía.
Gates le habría dicho a Amelio que “conozco su tecnología, no es más que un UNIX recalentado, y nunca podrás hacerla funcionar en tus máquinas. ¿No entiendes que Steve no sabe nada de tecnología? Es solo un supervendedor. No puedo creer que estés tomando una decisión tan estúpida”.
Pero para 1997, Jobs era el director ejecutivo de Apple.
Un giro inesperado
En su primera conferencia en Macworld, Jobs anunció que había aceptado una inversión de Microsoft para mantener a flote a Apple. Al público no le gustó esto.
Bill Gates envidiaba la capacidad de Steve Jobs para cautivar a la audiencia, según relata el libro «Billionaire, Nerd, Savior, King: Bill Gates and His Quest to Shape Our World».
«En agosto de 1997, mientras Steve Jobs caminaba por el escenario en el evento Macworld de Apple en Boston, electrizando a la audiencia con su discurso contundente, claro y magnético, Gates estaba sentado en uno de los estudios de televisión de Microsoft, a miles de kilómetros de distancia, en Seattle, observando a su némesis«, se lee en el libro.
«Al observar la fluidez con la que Jobs se dirigía al público (las pausas en los momentos oportunos, el discurso salpicado de humor, la pura teatralidad performativa) Gates sintió una profunda admiración y envidia», continúa el libro. «Se volvió hacia un colega y le preguntó: ‘¿Cómo lo hace?’, recordó una persona que presenció la conversación«.
En otras palabras, Gates claramente admiraba a Jobs, aunque no siempre estaban de acuerdo.
Cuando Apple presentó el iTunes, Gates envió un correo electrónico interno a Microsoft elogiando la capacidad de Jobs para centrarse en unas pocas cosas que importan, conseguir gente que entienda bien la interfaz de usuario y comercializar cosas como revolucionarias.
Sin embargo, Jobs todavía tenía una opinión bastante negativa de Microsoft, especialmente después de que Steve Ballmer sustituyera a Bill Gates como CEO en 2000.
“Claramente han perdido su dominio. Se han vuelto prácticamente irrelevantes”, dijo Jobs en una ocasión. “No creo que nada cambie en Microsoft mientras Ballmer la dirija”.
Es justo decir que Gates tampoco confiaba en el éxito de Apple una vez que Jobs dejó el cargo.
«El enfoque integrado funciona bien cuando Steve está al mando. Pero eso no significa que vaya a ganar muchas rondas en el futuro«, dijo Gates.
Lanzaron ataques contra productos de las empresas del otro
A Gates no le gustaba mucho el iPad. «No es que me siente allí y sienta lo mismo que sentí con el iPhone cuando dije ‘Dios mío, Microsoft no apuntó lo suficientemente alto‘», dijo en una ocasión.
Pero Jobs tampoco tenía en alta estima el ecosistema Windows: «Por supuesto, su modelo fragmentado funcionaba, pero no producía productos realmente buenos. Producía productos malos«, afirmó de manera tajante.
Más adelante, Jobs no se contuvo cuando Gates decidió abandonar Microsoft en 2006 para centrarse más en su fundación.
«Bill es básicamente falto de imaginación y nunca ha inventado nada, por eso creo que ahora se siente más cómodo en la filantropía que en la tecnología«, dijo Jobs, según la biografía de Isaacson.
Aún así, de una manera extraña, los dos hombres se respetaban mutuamente.
Al aparecer juntos en el escenario en la conferencia AllThingsD (D5) de 2007, Gates dijo que daría cualquier cosa por tener el gusto de Steve (Jobs).
Y Jobs dijo una vez que admiraba a su contraparte por la empresa que construyó, a la que calificó como impresionante. También dijo de Gates que disfrutó trabajar con él, que era brillante y que tenía un buen sentido del humor.
Después de la muerte de Jobs, el 5 de octubre de 2011, Gates dijo que respetaba a Jobs. «Respeto a Steve, trabajamos juntos. Nos alentábamos mutuamente, incluso como competidores. Nada de (lo que dijo) me molesta en absoluto«.
En definitiva, Steve Jobs y Bill Gates reivindican un legado considerable: cada uno convirtió su empresa en una de las más valiosas del mundo, al margen de que sus carreras y sus vidas siempre estuvieron entrelazadas de una u otra forma.
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