A medida que las tensiones entre Israel e Irán alcanzan un nivel crítico, las consecuencias no se limitarán al campo de batalla: en la economía global se vislumbran varios escenarios, cada uno con importantes consecuencias geopolíticas y económicas.
Cada trayectoria corresponde a una onda expansiva en los mercados energéticos, los metales preciosos, las divisas y las bolsas mundiales.
Analicemos a continuación estos escenarios y sus consecuencias a nivel económico:
Caída del régimen iraní y deriva caótica
En este escenario, la intensidad de los ataques israelíes conduce a la rápida desintegración del poder iraní. La estructura de mando militar y político queda neutralizada. Este vacío de poder favorece el surgimiento de milicias chiítas radicales en el corredor chií, desde Líbano hasta Afganistán, sumiendo a la región en un caos similar al del Irak post-Saddam.
Consecuencias económicas:
- Petróleo: los precios caen a 50 dólares por barril debido a la liberación masiva de reservas iraníes a través de Turquía y el Kurdistán iraquí
- Oro: disminución temporal de la demanda de activos refugio antes de un aumento debido a la inestabilidad crónica
- Dólar: fortalecimiento temporal frente a las divisas emergentes, seguida de volatilidad debido a los persistentes riesgos geopolíticos
- Bolsas de valores: aumento a corto plazo de los índices estadounidenses en respuesta a la relajación de los precios de la energía, pero cautela en los mercados emergentes
Alto el fuego bajo presión estadounidense y transición política en Israel
Sorprendido por la eficacia de los contraataques iraníes y bajo la presión diplomática de Donald Trump en campaña, Israel acepta un alto el fuego.
La población israelí, conmocionada por las pérdidas humanas y materiales, presiona para que se celebren elecciones anticipadas. El centro-derecha y la izquierda regresan al poder: Ehud Barak, un militar experimentado, es llamado para restablecer la estabilidad.
Consecuencias económicas:
- Petróleo: los precios fluctúan entre 64 y 70 dólares en un contexto de cautela, pero sin grandes interrupciones del suministro
- Oro: consolidación en torno a los 2300 dólares, con los mercados integrando una desescalada temporal
- Dólar: debilitado por la incertidumbre sobre la política exterior estadounidense y una posible flexibilización monetaria
- Bolsas de valores: repunte técnico de los índices, en particular del Nasdaq, impulsado por las empresas tecnológicas que se benefician de la estabilidad regional
Ampliación del conflicto regional y paralización de las rutas marítimas
En este escenario, el conflicto se expande: Israel recibe el apoyo de sus aliados en una prolongada campaña contra un Irán resiliente, y Teherán cierra el Estrecho de Ormuz, por donde transita el 30 % del petróleo mundial.
Los hutíes bloquean simultáneamente el Mar Rojo y el Estrecho de Bab el-Mandeb, amenazando los intercambios entre Asia y Europa. Cunde el pánico.
Consecuencias económicas:
- Petróleo: sube a los 150 dólares, impulsado por el temor a la escasez y la avalancha de contratos de futuros
- Oro: supera los 2500 dólares, convirtiéndose de nuevo en el refugio seguro por excelencia.
- Dólar: recupera fuerza como moneda refugio, a expensas de las divisas europeas y asiáticas
- Bolsas de valores: corrección drástica de las acciones a nivel mundial, el S&P 500 entra en territorio bajista. El VIX (índice del miedo) supera los niveles observados durante la pandemia
Conflicto nuclear y punto de inflexión global
En una escalada final, Israel utiliza un arma nuclear táctica contra instalaciones estratégicas iraníes. Pakistán, aliado religioso de Irán, reacciona lanzando misiles balísticos. Estados Unidos y la OTAN intervienen, mientras que China y Rusia, en señal de solidaridad estratégica, anuncian su compromiso diplomático y militar junto a Teherán.
Consecuencias económicas:
- Petróleo: supera los 200 dólares, alcanzando niveles sin precedentes. Se recurre urgentemente a las reservas estratégicas
- Oro: cruza el umbral simbólico de los 3000 dólares. El miedo supera toda racionalidad
- Dólar: volatilidad extrema. Los inversores buscan refugio en activos reales
- Bolsas de valores: colapso generalizado. En Wall Street se interrumpen los circuitos de negociación automatizados. El VIX alcanza un récord histórico. El Dow Jones pierde un 30 % en una semana. Las bolsas europeas y asiáticas suspenden temporalmente su cotización. Paradójicamente, los criptoactivos se convierten en refugios alternativos a pesar de su inestabilidad
Cada uno de estos escenarios muestra que el conflicto entre Israel e Irán, mucho más allá de sus dimensiones regionales, probablemente desencadene una onda expansiva sistémica en la economía global.
El petróleo, el oro, el dólar y las bolsas de valores son la primera línea de este nuevo orden incierto. A medida que las tensiones aumenten, los inversores y los Estados deben integrar la hipótesis de una gran conmoción geopolítica en sus anticipaciones estratégicas.
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